LA INDUSTRIA DEL FÚTBOL HACIA LA CULTURA DE LA SOSTENIBILIDAD
Las empresas están asumiendo la importancia de las estrategias de responsabilidad social (en adelante RS) y de desarrollo sostenible (en adelante DS). Conocen que, en un entorno empresarial altamente competitivo, cada vez resulta más complicado ofrecer buenos resultados a sus accionistas si no tienen en consideración el entorno social, ambiental y de buen gobierno (criterios ASG, esto es Ambiente, Social, Gobernanza). No obstante, les resulta difícil traducir estos conceptos en iniciativas concretas que después puedan medirse para reportar a sus actores (Epstein y Widener, 2010).
La industria del fútbol no es ajena a este debate. Destaca su profundo proceso de transformación económica de las últimas décadas. En este sentido, el principal hito que ha promovido la gestión sostenible en la industria del fútbol ha venido de la mano de la sostenibilidad financiera. Hablamos del marco común que todos los clubes impusieron a través del reglamento de la normativa de Fair Play Financiero de la UEFA en 2011. La idea clave que incorpora: no gastar más de lo que se ingresa, evitando el “dopaje financiero” en el fútbol. En LaLiga española, dicha normativa se tradujo en la Normativa de Control Económico (NCE) aún más exigente (control económico a priori y a posteriori), como consecuencia de la mala situación económica de un elevado porcentaje de clubes.
En 2017 la FUNDACIÓN LaLiga puso en marcha el proyecto Fair Play Social, que tiene como objetivo trasladar los principios de la sostenibilidad y RS a la visión estratégica de la empresa y, por tanto, al núcleo del negocio. Supone una extensión natural de la cultura de sostenibilidad financiera hacia el buen desempeño de los clubes, incorporando de manera efectiva la RS en el modelo de gestión y diseñando indicadores adaptados a la industria del fútbol que permitan reportar a sus actores el impacto de sus decisiones. Lo hace en ese momento consciente del protagonismo que la RS y el DS deben tener en la industria del fútbol, de que había que ir dando pasos progresivamente, crear cultura de RS, divulgar, formar, persuadir… Había que ofrecer un método con capacidad de generación de datos para contribuir a que los dirigentes y el resto del equipo humano de los clubes vieran, además del necesario compromiso con la sociedad (muy maduro en la industria del fútbol), un concepto contemporáneo de RS que partiera del buen desempeño financiero, vinculado con el cumplimiento normativo y enfocado hacia buen gobierno.
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